El otro día, el periodista Guillermo Pardo reseñó en su blog MigraMundo este nuestro blog africano con un texto muy bonito, cálido y halagador. Tras agradecérselo, llamé a Mamá Afrika para contárselo, para que vea cómo poco a poco sus historias están llegando más allá de las fronteras de nuestro grupo de conocidos. Ella se sorprende mucho cada vez que le doy este tipo de noticias, porque no está acostumbrada a escribir para el mundo virtual, que a veces parece infinito.
Pero, recuperada de la sorpresa, Mamá Afrika me dijo: “¿Y ese señor no sabrá de algún trabajo para mis niños?”. “No creo, ama…”, le contesté, “si además él está en Galicia”. “Hay que ir a lo práctico”, sentenció ella.
Así que nada, ahí queda dicho, para Guillermo y para todo el que nos lea. Si sabéis de un empleo para los niños, no dudéis en contactar dejando un comentario. Los niños son negros, son inmigrantes, son listos y hábiles, están aprendiendo español y tienen tantas ganas de trabajar como de volver a ver un atardecer africano. Se comen el mundo.
Dicho lo dicho, os dejo con un artículo del geógrafo de la Universidad de Cantabria Pedro Reques Velasco, publicada el 7 de marzo de 2008 en El Diario Montañés:
Por culpa de la inmigración extranjera ¿qué?
Por culpa de la inmigración extranjera nuestra economía crece a un ritmo muy superior al de los demás países europeos, nuestra población frena el declive demográfico que el galopante proceso de envejecimiento -consecuencia de la caída de la fecundidad- había provocado y casi un millón de pensionistas españoles pueden cobrar sus pensiones.
En los últimos seis años, también por culpa de la participación en nuestro mercado laboral de la inmigración extranjera, los españoles somos un 40% más ricos, nuestro PIB ha crecido en un 50% y nuestra tasa de actividad se ha incrementado en más de 10 puntos y la actividad, no lo olvidemos, es importante porque genera actividad.
Por culpa de la inmigración extranjera cientos de miles de nuestros mayores y de nuestros niños tienen asegurados cuidados y atención personal. 600.000 extranjeros sostienen nuestro sector de la construcción y de las obras públicas y casi un millón trabaja el campo que nosotros abandonamos, haciendo posible que esta producción sea recogida y que haya producción -también para exportar-.
La inmigración extranjera de carácter laboral (paréntesis: a los inmigrantes que vienen del Norte y Centro de Europa no les llamamos inmigrantes pues forma parte del fenómeno que en Ciencias Sociales llamamos 'turismo residencial'), aquí, en España, actualmente, no es una amenaza, sino un factor de dinamización cultural, un imperativo demográfico, una necesidad económico laboral y para varios cientos de familias españolas -déjenme decirlo, queridos lectores-, también una bendición social.
Dicho lo dicho, os dejo con un artículo del geógrafo de la Universidad de Cantabria Pedro Reques Velasco, publicada el 7 de marzo de 2008 en El Diario Montañés:
Por culpa de la inmigración extranjera ¿qué?
Por culpa de la inmigración extranjera nuestra economía crece a un ritmo muy superior al de los demás países europeos, nuestra población frena el declive demográfico que el galopante proceso de envejecimiento -consecuencia de la caída de la fecundidad- había provocado y casi un millón de pensionistas españoles pueden cobrar sus pensiones.
En los últimos seis años, también por culpa de la participación en nuestro mercado laboral de la inmigración extranjera, los españoles somos un 40% más ricos, nuestro PIB ha crecido en un 50% y nuestra tasa de actividad se ha incrementado en más de 10 puntos y la actividad, no lo olvidemos, es importante porque genera actividad.
Por culpa de la inmigración extranjera cientos de miles de nuestros mayores y de nuestros niños tienen asegurados cuidados y atención personal. 600.000 extranjeros sostienen nuestro sector de la construcción y de las obras públicas y casi un millón trabaja el campo que nosotros abandonamos, haciendo posible que esta producción sea recogida y que haya producción -también para exportar-.
La inmigración extranjera de carácter laboral (paréntesis: a los inmigrantes que vienen del Norte y Centro de Europa no les llamamos inmigrantes pues forma parte del fenómeno que en Ciencias Sociales llamamos 'turismo residencial'), aquí, en España, actualmente, no es una amenaza, sino un factor de dinamización cultural, un imperativo demográfico, una necesidad económico laboral y para varios cientos de familias españolas -déjenme decirlo, queridos lectores-, también una bendición social.
2 comentarios:
No, no tengo trabajo para niños ni conozco a quien pueda tenerlo, pero puedo divulgar vuestro interés y así lo haré.
Gracias y saludos
Pues se agradece mucho. Y que conste que lo de niños es en plan familiar y cariñoso, ¿eh? Que son mayores de edad (por si aca).
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