Hoy hacemos un pequeño homenaje a todos los que trabajan en el Banco de Alimentos de Cantabria (como no me sé todos los nombres no pongo ninguno), los que salen en la foto y los que no. Porque la labor voluntaria que hacen no tiene precio. Porque no reparten comida: reparten vida, alegría, esperanza, generosidad, humanidad. Para mí, que soy la intermediaria, es un placer tratar con ellos.
Así que gracias, muchas gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario