viernes, 27 de febrero de 2009

Subidón



Tristezas y alegrías. Así es la vida. Hay momentos en que me siento tan feliz que se nota, porque beso, abrazo y piropeo a diestro y siniestro:
Para Aziz: “¡Ay, ivorien, mi hijo guapo!”.
Para Richard: “¡A,y lo más bonito de Senegal!”.
Para Sidia: “¡Ayyyy, eres lo mejor que ha venido de Gambia!”.
Para Vall: “¡Este mauritano! Es que es guapo, listo y encantador”.

Y los que no están este mediodía presentes también se merecen un cariño, y además con mi estado de ánimo vería lo mejor de cada uno. Bass es inteligente y hablador. Kafumba, místico y trabajador. Mendi, simpático y buena persona. Kamara, respetuoso y educado. Lahun, sensato y formal. Alassana, tierno, alegre y coqueto. Echarqui, sentimental y bondadoso. Fusseini, tímido y vulnerable. Adama, alegre y buen compañero. Mustafá, Ahmed, Modi, Moussa, Steve, Omar, Hervé... todos son buena gente.

Este subidón me lo han proporcionado al cincuenta por ciento los negros y los blancos. Es época de abundancia. Nos han llegado bolsas de ropa de deporte estupenda. Gracias a Yolanda y a su marido. Y zapatos, y jersey, nikis, calcetines y con las bolsas de deporte incluidas.

No sabéis lo bien que lo hemos pasado con el reparto. Se conocen tan bien que unos elegían para los que no estaban, para los que juegan al fútbol, para el rasta-man, para el elegante... ¡Qué lio de ropa! Ver al chico que el otro día lloró fue maravilloso.

En la panadería les dan magdalenas. Gracias Enna. Unas amigas han comprado comida, patatas, maíz, lentejas, leche, latas de pescado, Cola-Cao. Gracias Vivi, Elena, Pili. Y una vecina nos ha dado un equipo de música que les ha entusiasmado. Gracias Lali, por el regalo, pero más te agradezco lo que me dijiste para Richard cuando supiste que ya no vivía cerca: “Mucho no le puedo ayudar, pero si necesita algo haré lo posible. Me lo dices, ¿eh? Que no lo pase mal, avísame si necesita algo”. ¿Hay mejor despedida de una vecina? Ya os dije que Richard es encantador. Conocerle es quererle. ¡Y está muy guapo con las rastas! Ya le sacaré una foto para que le veáis.

Nos hemos acostumbrado a visitar a los chicos con una bolsa de fruta, un kilo de carne, una caja de galletas o un pollo. Todo el que les conoce, tiene buen corazón y sabe que viven cinco en una casa y trabajan dos o tres, les lleva algo. Lo ideal sería un trabajo, pero eso es muy difícil. Bueno, todo llegará, ¡que estamos en racha!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Enhorabuena por el estupendo trabajo que haces con y por estas personas. ¿sabes que el gobierno pretende poner multas de hasta 10 mil euros a quien ayude o cobije a un inmigrante ilegal? Habría que hacer algo al respecto. En este país se están superando los límites de la insolidaridad y la injusticia, vamos a la deriva...
Un abrazo

Mamá Afrika dijo...

Gracias Emma, son amigos y por lo tanto es un placer echarles una mano. Yo también me pregunto donde está la solidaridad. ¿Oculta bajo el miedo?
Un abrazo.

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